martes, 25 de julio de 2017

Comida polaca y más.

Ya estoy de vuelta!!!

El domingo volví de Polonia, concretamente estuve en Varsovia y Cracovia. 
Es un país con un idioma imposible y otra moneda, fuimos a la aventura sin saber muy bien lo que nos encontraríamos. Pero nos gustó, nos gustó mucho.

Varsovia se divide en Old Town y New Town, el casco antiguo y la zona nueva. Son completamente diferentes, pero igual de sorprendentes las dos zonas.

En la zona nueva te puedes encontrar edificios casi en ruinas al lado de rascacielos super modernos con discotecas en la azotea. Tienen calles kilométricas, en las que caminas y caminas y nunca se acaban. Aun existen trozos del muro que rodeaba el Gueto de Varsovia, en la que los Alemanes nazis encerraron a los judíos en la segunda guerra mundial. Desgraciadamente no encontramos ningun trozo del muro, ya que algunos están en propiedades privadas.


El casco antiguo es precioso. Allí esta el Palacio Real, donde vivía el rey de Polonia, la barbacana y el monumento de la sirena protectora de Varsovia. Hay heladerías a cada paso, con un cartel en la entrada que pone "Lody", que significa helado en polaco.

Mi helado hacia juego con mis uñas😂
La comida polaca que probé estaba deliciosa. 

Los pierogis son unas empanadillas rellenas de carne, verduras o queso. Se pueden hacer cocidas o a la plancha. Me gustaron tanto que me compre una bandeja en el supermercado de allí y me las traje para cenarlas ayer 🙈.

Los placki ziemniaczne son unas tortitas de patatas con especias que estaban riquísimas. La verdad no se muy bien que llevaban, las pedimos con una salsa de champiñones y no quedaron ni las migas😜.

Pierogis, tortitas de patata y cervezas de medio litro.
Hay un montón de sopas típicas, pero la mas famosa es la sopa zurek, una sopa con harina ácida, salchichas y huevo duro que te lo sirven dentro de un pan. Tenia un sabor diferente a las sopas que suelo comer, pero estaba muy muy rica. Y llena muchiiiisimo.


En Cracovia probamos la comida que mas nos gusto, zapienkankas. Son una especie de paninis enormes, con diferentes rellenos. Yo lo pedí de queso y arándanos (se llamaba montaña de queso 😂) y mi novio de queso azul y aceitunas. Fuimos a un sitio que había leído que era donde mejor los preparaban, es una ventanita que lo pides y lo comes en la calle. Lo cenamos de camino al hotel y me lleno tanto que a mitad de camino me tuve que sentar en un banco 😂.


Los paczki son como unos donuts sin agujero rellenos de mermelada de frutas. Estaban muy buenos, tienen casi el mismo sabor que unos donuts normal.


Me llamo mucho la atención que hay muchísimas tiendas de repostería, en la calle, en centros comerciales, incluso en la estación de tren. En ellas tienen pasteles con muy buena pinta, en algunas unas tartas de fondant preciosas y en casi todas tenían macarons.






Tienen el chocolate Wedel, nunca lo habia probado, pero habia oido hablar muy bien de el, y no me decepciono. Me traje una tableta de chocolate con cereza y otra de browni. 
El de cereza te deja un sabor como a piruleta, pero el de browni 😍, tenéis que probarlo para saberlo.


También tienen las cafeterías de Wedel, para tomar chocolates y tartas recién echas. No entre en ninguno, pero siempre había muchísima gente dentro.

No se si las demás ciudades de Polonia serán igual, pero si eres muy goloso en Varsovia y Cracovia lo vas a pasar pipa. 

Antes de terminar tengo que decir que si vais a Polonia tenéis que visitar el campo de concentración Auswitch. Está a una hora y cuarto de Cracovia. Nosotros contratamos una visita guiada en español y con transporte.
Sin duda, el lugar que mas me ha impactado en toda mi vida. Saber la cantidad de gente que murió allí... es una sensación que no se puede describir.

Espero que os haya gustado mi pequeña guía sobre Varsovia y Cracovia. 

Mañana os pondre una receta de cookies de tres chocolates que hice ayer (ya tenia mono de hornear😝).

Hasta pronto!!!

viernes, 14 de julio de 2017

Donuts caseros.

Ayer por fin me decidí a hacer donuts. Llevo años queriendo probar a hacerlos, pero leí tantos comentarios de que eran muy difícil que me daba miedo intentarlo🙈.

Aunque no me quedaron como esperaba están muy muy ricos. Ayer me comí dos a las tantas de la noche aun calentitos, estaban bueniiismos (y casi me muero del empacho 😂). 

Hacer donuts lleva muuucho tiempo, así que elegir un día que tengáis tiempo suficiente, no como yo, que estaba a las 11 y media de la noche friendo donuts 😥.

RECETA:
  • 200g de harina normal.
  • 300g de harina de fuerza (aunque podeis usar 500g de harina normal).
  • 14g de levadura seca de panadero o 40g de levadura fresca.
  • 70g de azucar.
  • 4g de sal.
  • 1 huevo.
  • 220ml de leche templada.
  • 40g de mantequilla a temperatura ambiente.
  • Esencia de vainilla (esto es opcional).
  • Mucha aceite.
La levadura seca de panadero es la que es marroncita con los granos mas grandes que la levadura de repostería.
Levadura seca de panadero.
Lo primero que hacemos es disolver la levadura con un poco de leche templada y una cucharadita de azucar, y dejar que fermente unos minutos.

Si tenemos la leche de la nevera la metemos un poco en el microondas. Unos segundos, hasta que al tocarla no este ni muy caliente ni fría.

Tener cuidado porque va a crecer un poco, usar un vaso en el que no se os vaya a desbordar. Yo lo puse en un vaso de chupito y casi se desparrama todo😂.


Mientras la levadura fermenta, mezclamos en un bol la harina, el resto del azúcar y la sal y lo mezclamos un poco. Si tenéis un robot de cocina, podéis hacerlo todo ahí, sino se puede hacer todo a mano.

Luego echamos el huevo y la leche y le damos un par de vueltas con las varillas para que se bata el huevo.

Cambiamos las varillas por el accesorio de amasar hasta que este todo bien integrado. Antes de empezar a amasar con las manos limpiamos bien la meseta donde nos vamos a poner y la enharinamos un poco para que la masa no se pegue demasiado a la mesa. 

Al principio es bastante pegajosa, pero a medida que vamos amasando se pegará menos. Podéis ir añadiendo un poco de harina si veis que es demasiado pegajosa.

Después de unos 7-10 minutos amasando, incorporamos la mantequilla y volvemos a amasar bien. Cuesta un poco integrarla, tenéis que amasar otros 5 minutos mas. 

Cuando la masa ya casi no se pegue a las manos y este elástica, enharinamos el bol y la dejamos reposar tapada con papel film de una a dos horas, hasta que triplique su tamaño.


Un pequeño truco/trampa que hago es calentar el horno muy poquito, sobre 50 grados, una vez que este caliente lo apagamos y metemos el bol con la masa, va a fermentar mucho mas rápido, sobre todo si es invierno. En media hora o tres cuartos de hora estará lista.

Masa ya crecida 😍.
Una vez crecida la masa, volvemos a amasar para sacar todo el aire que tenga. 
Enharinamos la mesa otra vez y extendemos la masa con un rodillo hasta que tenga un centímetro de grosor mas o menos.

Ahora toca cortar de masa con la forma de los donuts. Si tenéis cortador de donuts perfecto, sino tenéis que ingeniárosla, como yo, y buscar algo que pueda servir.
Me di cuenta ayer que no tengo cortador de galletas redondo, así que utilicé un vaso y una boquilla grande de la manga pastelera.


Los recortes los volvéis a amasar, extender con el rodillo y volver a cortarla en forma de donuts, hasta que no os quede masa.

Una vez recortados todos los donuts los ponemos encima de papel de horno y dejamos otra vez que fermente.

Estos aun no habían fermentado.
Cuando queden unos 5 minutos para que la masa esté lista, ponemos bastante aceite en una sartén y la ponemos a calentar a fuego medio.
Recortamos el papel de horno alrededor de los donuts y los metemos en el aceite ya caliente, con papel incluido, procurando no tocar mucho la masa para que no se deshinchen. En unos segundos el papel se despegará y lo sacamos.


Freímos cada donuts unos dos minutos por cada lado, los sacamos y los dejamos escurrir en un plato con papel de cocina, para que absorba todo el aceite.


Y por ultimo los glaseamos. Yo hice tres glaseados, uno con azúcar, otro con chocolate blanco y colorante y el ultimo con chocolate con leche.

El glaseado de azúcar lo hice mezclando azúcar glass con un poquito de leche, con cuidado que no quede ni muy liquido ni muy espeso. No tengo fotos porque nos los comimos al instante 🙈.

Los glaseado de chocolate solo deshice el chocolate en el micro y añadí un poco de mantequilla. Y al de chocolate blanco un poco de colorante.

Y los decore por encima con unos sprinkles de colorines.



Y este fue el resultado 😍😍

Creo que se puede mejorar algo la receta, tengo que seguir experimentando hasta conseguir un donuts perfecto 😊.

El domingo me voy de viaje a Polonia, así que espero contaros los dulces que me encuentre por allí.

Hasta pronto!!!

miércoles, 5 de julio de 2017

Tarta de queso japonesa (Cotton Cheesecake)

Llevo mucho tiempo queriendo repetir esta tarta y no encontraba tiempo. Hoy por fin he podido hacerla.

Había leído que era una tarta super esponjosa, de ahí su nombre (tarta de queso de algodón), pero no me imaginaba que tanto. 
Tiene una textura parecida a un mousse, super ligera y suave.

Es la segunda vez que la hago. La primera vez fue un desastre, me entro agua en el molde y la tarta no subió y se quedo dura 😫. Pero la tarta se comio de todas formas, nunca hay que decirle no a un dulce 😜.

Es una tarta un poco complicada y con muchos pasos, pero si los seguís bien seguro que os queda buenísima.

RECETA:
  • 150g de queso crema (tipo filadelfia) a temperatura ambiente.
  • 25g  de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 50ml de leche.
  • 30g de harina.
  • 15g de maicena.
  • 3 claras de huevo.
  • 65g de azúcar.

Mi molde es de 15cm de diámetro, es bastante pequeño. Si vosotros tenéis un molde de 20 o 25cm de diámetro solo tenéis que doblar las cantidades.

Lo primero que debéis hacer es forrar vuestro molde con papel de horno, los laterales y el fondo. Para que el papel se pegue al molde yo lo unto con mantequilla primero y luego pego el papel.

Le pongo papel sobresaliente por arriba por si crece mucho y se derrama la masa.

Es una tarta que se hace al baño maría, por lo que debéis llenar de agua una bandeja donde entre vuestro molde. No hace falta que tenga mucha agua, con dos dedos es suficiente.

Si vuestro molde es desmontable tenéis que forrar bien el molde por fuera con papel albal para que no entre agua en el molde como me paso a mi la primera vez. Tenéis que aseguraros de que no entre agua, poniendo trozos bastante grandes de papel albal.

Una vez preparado esto ponemos el horno a 160ºC sin ventilador y con la bandeja del agua dentro y comenzamos con la receta.

Primero batimos el queso con las varillas de la batidora hasta que quede cremoso, añadimos la mantequilla y volvemos a batir.


Una vez este cremoso añadimos la leche y mezclamos todo bien hasta que desaparezcan los grumos.
Para asegurarnos de que no quede ningún grumo colamos la mezcla con un colador.


Tamizamos muy bien la harina y la maicena, para que no nos quede ningún grumito, la incorporamos a la mezcla anterior y reservamos para mas tarde.

Ahora hacemos un merengue bien firme, que va a ser los que nos de la esponjosidad a nuestra tarta.

Para ello batimos las claras con las varillas de la batidora hasta que estén espumosas y añadimos un tercio del azúcar.
Volvemos a batir hasta que coja algo de consistencia y añadimos otro tercio de azúcar.
Batimos una vez mas hasta que las claras casi estén montadas, añadimos el resto del azúcar y seguimos batiendo hasta que el merengue este bastante consistente.
El punto perfecto del merengue es cuando sacas las varillas y el merengue forma un pico. 

Es tan bonito😍

Ahora tenemos que mezclar el merengue con la mezcla anterior. 

Para que no se pierda el aire del merengue, ya que es lo que va a hacer que nuestra tarta suba, vamos a mezclarlo con una lengua en tres veces, con movimientos suaves y envolventes. 
Nunca batir o remover muy brusco.

Una vez integrado todo pasamos la masa a nuestro molde, previamente empapelado y con el papel albal por fuera.


Lo metemos al horno en la bandeja con agua, con cuidado de no quemarnos.
Podéis añadir el agua después de meter el molde, siempre y cuando este hirviendo.

Lo dejamos a 160ºC durante 10 minutos y luego bajamos la temperatura a 150ºC otros 30-40 minutos o hasta que veáis que la tarta este doradita por encima.

Una vez pasado este tiempo apagamos el horno y dejamos la puerta un poco abierta unos 2-4 minutos. Esto sirve para que la tarta no tenga un cambio de temperatura muy brusco y se baje.


Trascurrido ese tiempo la sacamos del horno y dejamos enfriar en el molde unos 10-15 minutos. Después desmoldamos y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla.

Una vez fría yo la decore con azúcar glass, pero podéis ponerle mermelada o comérosla así directamente.




Sin duda es mi nueva tarta de queso favorita, no tiene nada que ver a las demás, parece que estas comiendo una nube de queso 😍.

Tengo que probar a hacerla con nutella 🙈.

Espero que os haya gustado mi tarta y os animéis a hacerla, no os decepcionara.

Hasta pronto!!!